Fundacion Diper | Sobre la Recuperación
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Sobre la Recuperación

LA RECUPERACIÓN PERSONAL

Una mirada diferente a la persona y a sus posibilidades

de desarrollo

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QUE ES LA RECUPERACIÓN PERSONAL

 

La Recuperación personal es un modelo innovador de solidaridad con las personas que tienen algún tipo de problema o discapacidad, ya sea orgánica, psicológica, social, convivencial o espiritual. Es un modelo de inclusión social normalizado que enfatiza las potencialidades de cada persona y que a través de diversos  procesos individualizados de aprendizaje, los actualiza aquí y ahora.

A través de la actualización de las potencialidades de cada uno y su consecuente plasmación en el entorno psicosocial y convivencial en el que vive, el modelo de Recuperación consigue los resultados de superación personal y adaptación social normalizada.

Es un modelo de rehabilitación basado en la comunidad, que se esfuerza en la inclusión social a través de la participación activa en la  sociedad y en la participación en  sus estructuras sociales y económicas.

La Recuperación, como modelo de inclusión social, incluye las experiencias de aquellas personas que han pasado previamente por situaciones similares y han conseguido niveles adecuados de inserción en la comunidad. Este entrenamiento “entre iguales” es de gran importancia y supone un capital de recuperación en el que pueden plasmar su futuro los nuevos incluidos en el programa.

El modelo es visto como una suma total de las acciones sociales, comunitarias y personales puestas en común en el proceso de recuperación. Se basa en los derechos humanos, en las condiciones seguras de vivienda, en una mejora de las condiciones físicas y mentales, y en tener unas posibilidades de formación, capacitación y empleo que son básicas en las relaciones interpersonales.

UN MODELO DE ACCIÓN SOLIDARIA

El método se basa en una concepción de la persona a la que le es inherente la dignidad como elemento estructural y principal del ser humano en general. Centra la atención en la persona  con problemas o enferma y no sólo en los problemas o en la enfermedad en sí,  e integra en el proyecto la utilización  de los recursos convivenciales sanitarios, familiares  y del entorno social comunitario.

Esto se concreta en:

 

  1. Aceptación de que no se trata de luchar contra las enfermedades sino de cuidar a las personas enfermas y por lo tanto es preciso afrontar vivencias diferentes de la misma enfermedad, las cuales, a su vez, son únicas e irrepetibles.

 

  1. Integración de la persona en sus círculos y redes sociales, sin apartarla (aparcarla) espacial y socialmente.

 

  1. Coordinación de los profesionales sanitarios y sociales y de las tareas específicas para las que están cualificados.

 

  1. Utilización masiva de los nuevos sistemas de información y comunicación.